lunes, 4 de marzo de 2013

Trasmisión de ganas

 No sé si tengo ganas de escribir, en realidad no lo pensé mucho y creo que es mejor dejarme llevar por mis impulsos a veces.
 Están pasando constantemente pequeñas bombas de cosas tristes. Así me siento. Aunque últimamente estemos viéndonos muy seguido con las chicas, más ahora que terminamos de rendir, y eso es algo que me mantiene activa, con cosas lindas en la cabeza y acompañada, no puedo sentirme ''feliz''. Miro al rededor y veo a la gente y la miro a los ojos, los atravieso, y navego... y me hundo... Y me doy cuenta que me ven ahí pero en realidad no estoy. Como desde otra dimensión, observo todo. Estoy dolida, eso creo.
 Siquiera voy a pronunciar el asqueroso verbo que ya no quiero ver más conjugado en ningún tiempo ni persona. Simplemente decir que es un shock terrible esto. Aun no lo creo y no quiero hacerlo. Siempre estuve convencida de que era de ''esas cosas que nunca me van a pasar'' y así... pasó, pasa, está, ahora, estoy acá, es esta la realidad. Me parece tan injusto, tan. Cuando algo me parece injusto sólo no puedo con eso, no puedo. Las injusticias me enervan. Esto también. No es posible, no quiero que sea posible. De un segundo a otro mi vida ya no es la misma, porque esto para mí tiene peso tal. Y me hiere mucho que me digan cosas en relación, porque estar del otro lado es muy fácil. Ej. antes de que sucediera, que me dijeran que iba a pasar o que, ahora, les cause o tiren frases idiotas como que lo hubiera pensado antes u otras tantas. Me duele tanto esta explosión en mí. Porque yo sí hice cosas, muchísimas, quizás más que otrxs que no están en mi situación. Lo hice antes de llegar a estas instancias pero no bastó y lo tengo claro, acá también me esforcé y mucho para no concluir así, pero se ve que tampoco bastó. Y triste historia, ya.
 Es como una pesadilla que me persigue. Fue un año intragable, eterno y horrible. Ahora siento que me arrastran a algo que no quiero ni pensar, que tengo que volver a pasar, revivir y volver a aspirar toda esa mierda. Sin otra opción. Estoy tan triste y no puedo hacer nada para cambiarlo. Y todas las que se vienen: profesorxs que voy a volver a tener con lxs que tuve relación del orto + materias densas y sin sentido, ej: las introductorias + la tortura que es para mí ed.física (+a contraturno +con gente que no sabe mi rol en esa área) + mis compañerxs... Lo que más intriga me da, mis compañerxs. Necesito saber ya qué curso es, en cada uno tengo una objeción, en todos me voy a sentir incómoda por alguien y particularmente en 2, que es lo más probable que me toque en alguno, sobre todo en uno de ellos. Ya sé que me va a tocar ahí, es así. El karma y yo, la historia de mi vida.
 La semana pasada, sobre todo los 2 primeros días fueron de lo más negros. Lo único que hacía era dormir, llorar, no comer, llorar, contárselo a alguien llorando, dormir y llorar. Con sentimientos de culpa, enojo, ganas de vomitar, tristeza, angustia, agonía, decepción, fracaso y dolor. Siento que decepcioné a muchas personas y lo peor es que me lo hacen saber; creo que eso me molesta más que decepcionarme a mí misma, que también lo hice.
 Me siento frustrada, muy. Con esto siento que fracasó mi proyecto de vida. Las ganas de tirarme abajo de un tren se acumulan por segundo. No sé exactamente cómo estoy, sé que estoy mal y muy enojada, enojada con todo, con todxs, conmigo, con el mundo, con la mierda de esta sociedad, con no poder cambiarlo, con sentirme inútil, incapaz, inservible, sentirme débil. Porque me hacen creer que haga lo que haga nunca voy a llegar. Me siento tan lejos, tan lejos de todo, de todo lo que quiero.
 Todo retrocede, lo que menos necesito es eso. Ahora hay que volver sobre viejos pasos, rehacer todo cual jueguito de computadora y seguir, pero perdiendo parte del reloj. Pierdo tiempo, pierdo gente, pierdo... pierdo... pierdo todo.
 No quiero perder nada más, por favor. Necesito fuerza, pero de mi entorno, que me transmita.

martes, 22 de enero de 2013

Fantasmas

 Hacía mucho tiempo que no entraba acá -mucho porque me pasaron muchas cosas-. Generalmente aunque no me ponga a escribir una entrada, suelo cada tanto entrar, a ver otros blogs o a releer mis entradas... Sí, me releo bastante, me pienso otra vez en ese momento desde el presente, evaluo los cambios, me veo en todos los tiempos. Pero tampoco quise eso. Pensaba en entrar y después me preguntaba para qué, cuando quería escribir no tenía ganas o al revés, ya no importa. Ahora tuve ambas y el momento se presta también.  
 Entré y leí mi última entrada, ya la había olvidado, creo que nunca la leí después de haberla escrito. Raro de mí. Se humedecieron mis ojos, no lloré; me estoy proponiendo ser menos llorona. Me trajo a escribir un conjunto de emociones, tan lindas como angustiantes. Porque casi sin querer pensé en ella y la googlé, como ya había hecho alguna vez, me encontré con su Twitter y ahí me puse a ver algunas cosas. Volví a entrar a su descripción de Wikipedia, siempre predecible, que ya había visto...¿por qué de nuevo? no lo sé, pero me encontré con su blog, así que de algo sirvió. Fui a las entradas antiguas ``quiero saber lo que pensaba cuando yo pensaba en ella´´... Y vi sus fotos otra vez, inevitables lágrimas nublando mi vista.
 Todo gira como hace exactamente 1 año. Parece tonto y me siento tonta al pensarlo a veces, pero es tan real. Quizás nunca hubiera fijado mi atención en una autobiografía o en historias de ese tipo, no es lo que busco en un libro. Pero -ya no recuerdo cómo- llegué a esa historia y a ese blog, casi sin pensarlo empecé a leerlo y no pude parar. Era adictivo, pasaba hasta 8 horas seguidas leyendo frente a la pantalla de la computadora. Y me sentí tan hallada. No sé qué pasó dentro de mí pero me dio 1000 giros, me dejó dada vuelta; fue sinceramente un antes y un después en mí. Me sigue sonando tonto ¿lo es? no me importa. 
 En aquel momento estaba atravesando un proceso áspero, aun estoy en él, pero ese tiempo fue tan particular... Y ese libro llegó a mí en el minuto exacto. 
 Es increíble cómo unx mismx puede hacerse tanto daño. Y es muy extraño que hable en primera persona, es la primera vez, pero sí... llego a la conclusión que soy yo misma, quizás lo peor de mí, mi propio fantasma, pero en el fondo soy yo. Creo en que era la única opción, en ciertas oscuridades no hay nada más. 
 Y cuando empezaba a escribir tenía tantas cosas en mente que se me esfumaron fugazmente que ya no sé qué decir... Tal vez no encuentro las palabras. Podría concluir con un ''soy una inconsciente que no se rescata de nada y sigue haciendo pelotudeces'', pero no. Porque aparte de ser eso, también creo que hay muchas otras cosas y más importantes aun, porque son los detonantes de que sea una pelotuda inconsciente a veces. Y como no veo a alguien con ganas de comprenderme voy a hacerme la libro de auto-ayuda y hacer de cuenta que yo sí me entiendo. 
 ¿Cómo explicarlo? A los fantasmas no se los explica, tampoco se los muestra; porque ellos sólo ven a la persona señalada. Aunque quiera mostrarlos el resto no los ven. Creer o reventar decían. Pero ya convivo con ellos. Es increíble cómo vuelven todo el tiempo, cómo nunca se alejan de mí y me sostienen atada. Esta felicidad efímera -de la que hablaba en la entrada anterior- me resulta agotadora a veces y, claramente, no puede ser eterna. Eso lo supe siempre. Cada vez que intenté salir y estuve a punto de lograrlo, o eso creí, algo me bajaba la cabeza de un golpe fuerte y rápido, después escondía la mano. Es desesperante vivir con esa adrenalina, esa persecución constante, sentirse en el foco. Siempre veía una ola más, siempre para voltear el castillito a la re mierda. Y ahí nuevamente creía que nada tenía sentido, entonces me quedaba tirada en la orilla. Ni muy acá ni muy allá, esperando el otro golpe. ¿Para qué moverse tanto, si total iba a alcanzarme y seguía sola? Todo lo que fue felicidad real que creía que era estable fue desapareciendo.
 A veces hay que dar un hondo suspiro y pensar en lo real, lo que necesito. Ya lo hice y lo expresé a quien creí oportuno, necesito volver a aquello a ver si me ayuda a generar un surco lindo -como creí aquella vez, aunque no funcionó-. Noté que abandono todo en el momento en el que más necesito seguir, prometo no hacerlo esta vez, prometo no aflojar. No quiero hundirme otra vez. Quiero salir, de mi casa y de todos lados; yo sé que puedo pero necesito tanto de mi entorno y tengo tan poco. 
 Todo esto vuelve y yo no estoy preparada para tantas atajadas. La verdad es que me siento triste, muy triste. Y sola, en lo profundo de los recovecos más oscuros, a los que más temo. Rodeada de todos mis fantasmas, parados en fila esperando que levante la cabeza para patearme otra vez. Grito y nadie me escucha, o eso parece. Es angustiante, a veces a tal punto que no puedo llorar, o hablar. Eso necesito, hablar. Poner en palabras todas mis emociones y pensamientos, pero me cuesta tanto. Hace mucho que no hablo con alguien de esto... Se siente esa soledad. Siempre las personas que me escucharon fueron Agus y -sobre todo, fundamentalmente- mamá, nadie más, nunca hubo nadie más. Y tantas otras veces la pared. 
 Necesito vomitar, vomitarlo todo. Entender porqué en cada noche de alcohol, cuando mi mente se vuela al inconsciente, sea quien sea que tenga al lado -aunque sea la primera vez que lx veo en mi vida- le cuento toda la situación y lo que generó en mí. Me avergüenza eso y me avergüenza mucho. Quiero dejar de hacerlo pero no puedo controlarlo ya. Necesito poder regularme, decir menos, demostrar menos. Pero me sale así.
 Llanto y nada más, porque ahora como hace 1 año el silencio parece ser la mejor compañía.

Borrador del 15.01.12

 Realmente me siento triste. Siento un gran peso en el alma que duele... y eso me genera algo en todo el cuerpo muy feo. Siento miedo, constantemente, tengo miedo. 
 Quiero que me quieran, quiero que me cuiden y me protegan, quiero y necesito sentirme segura. No quiero estar sola, no puedo estar sola. 
 El corazón me late rápido, y se acelera... y yo me acelero, y respiro con una agitación peculiar. A veces es como que tiemblo en degrade... (¿cómo será eso? yo entiendo). Y cuando mis ojos se humedecen y debido a la acumulación del agua desbordan las lágrimas siento algo extraño en los oídos, no se qué es... es muy extraño. Y siento que me hundo, en un pozo profundo, profundo y negro.
 Me siento débil, aunque no se si es la palabra justa... me siento fisicamente frágil y mentalmente vulnerable, chiquita como una hormiga. 
 Me hace sentir tan mal la situación esa de mierda, me hace sentir estúpida, muy tonta, incapaz, débil, me hace sentir que el resto tiene un enorme poder sobre mí y que yo estoy bajo todo eso. Siento que me aplastan, que el mundo se me viene encima, y yo antes pensaba que yo iba encima del mundo, entonces es un gran choque idealista esto. 
 A veces sólo quiero llorar, o estar sola, o estar con mucha gente, o dormir para no pensar, o no hablar, o no comer... o todo junto. O simplemente de morirme, de dejar de vivir. Sólo porque no le veo un sentido, una razón, un motivo... 
 Necesito de algo, no se de qué, de algo que me devuelva las fuerzas que gasté en llantos, sufrimientos, noches de soledad, inseguridades, gritos, silencios, y miedo. Esas fuerzas que sigo gastando. Que en su momento saqué no sé de dónde para mantenerme en pie, y que ahora, que me siento aplastada completamente, necesito renovar, y levantar nuevamente la bandera. Pero ya no tengo fuerzas, pesa mucho. No puedo tomar el coraje aquel, no tengo de donde. 
 Me duele el alma. Me duele el cuerpo. Me duele la mente, no quiero pensar más, pero no puedo parar de maquinar, no para, no para. 
 Quisiera creer en que estoy bien, en que estoy segura -sobre todo de mí misma-, en que me siento cómoda, tranquila, en que hay gente amable y transparente en el mundo, pero yo sólo veo un lago negro. Y, como pensé aquel día, que el mundo es un gran océano de agua y yo una pequeña pizca de aceite. 
 Quiero ser feliz, sentirme feliz. Y lo intento, ¿eh? claro que lo intento, siempre lo intento. Y a veces me río, y sonrío, y canto, y abro la ventana y con ella dejo entrar la vida a mi mundo, y pienso ''tengo ganas de vivir, y ese es mi motor, sin otra razón'', y pienso ''y lo hago por mí, sólo por mí'' pero llega un punto en el que me gasto -a lo batería- y ya no puedo, y voy decayendo... 
 También me pasa que siento que no puedo compartir esto con nadie, que nadie me entienden. Que piensan y sacan conjeturas de lo que me pasa completamente aisladas a lo que en realidad es, y tal vez soy yo que no sé, no puedo o no me sale expresarme correctamente, tal vez no nos entendemos, pero no me gustan esas situaciones. Y necesito compartirlo, necesito sacarlo porque es una bola que se va agrandando cada vez más dentro mío y me hunde, y me hunde. Pero a veces me cuesta tanto... no sólo por el otro, sino por mí. Me cuesta hablar, me cuesta encontrar las palabras, porque no están, no existen, hay que sentirlo, y yo sola lo siento... eso, eso es, ''yo sola''... sola, me siento so-la. 
 Sentí con todo eso que mi mundo se derrumbaba. ¿por qué? porque mi pared ideologica que estaba en construcción en realidad era una ilusión de adolescente rebelde y estúpida, porque mi mundo interior se sentía golpeado -aparte de mi mundo exterior, mi cuerpo-, y porque todo lo que yo creía no existía, y se iba todo a la re mierda. Me sentía inútil, estúpida. Que ya nada valía, que no podía luchar por una realidad distinta. Que esa chica con esas agresiones, empujones, gritos y golpes me estaba demostrando que yo estaba equivocada, que vivía en un mundo de fantasía y que el real era otro, imposible dar un giro tan inmenso. Y toda la seguridad que sentía sobre mí misma, mis pensamientos, mi persona en general... se aniquiló. Ahora soy insegura, de todo, y de todxs, tengo muchas inseguridades. 
 Espero algún día poder volver a creer, creer en que algo mejor es posible, algo más lindo, más amable, más contenedor, más incluyente, más solidario. Por ahora sólo creo en mi bicicleta y en mi abuelo, y lo demás no sé si es real o no. Me cuesta confiar, me cuesta abrirme -cosa que antes no-, ya no sé si lo que tengo adelante es o no verdadero. Pero algún día volveré. Volveré a mi esencia y a sentirme un poco más yo, tal vez nunca fui lo que creía, pero vamos en busca de eso... voy en mí búsqueda. 

''Hoy vas a descubrir que el mundo es solo para ti, que nadie puede hacerte daño, nadie puede hacerte daño. Hoy vas a comprender que el miedo se puede romper con un solo portazo. Hoy vas a hacer reír porque tus ojos se han cansado de ser llanto, de ser llanto...''


[[Puedo sentirme ahí otra vez, recuerdo el momento: sentada en la silla que me gusta tanto, la luz del sol entrando por la ventana. Me siento en mi cuerpo de aquel momento y me recorren las mismas emociones. Como si la línea del tiempo no fuera obstáculo]]

viernes, 23 de noviembre de 2012

Tomalo con calma, la cosa es así

 Estoy con una emoción constante, no sé si me gusta vivir así. Una pequeña escena o palabra me eriza la piel e inunda mis ojos de lágrimas; incluso una situación ficticia puede hacerme llorar, como si fuese verdadera o fuera yo la protagonista. Aunque este lejos, no me involucre ni me toque de algún modo, me secuestra, se apodera de mi cuerpo y se mete en mí. Es angustia que se mete por los poros. Y es desesperante no poder sacarla, como ahogarte en una pileta donde no hacés pie y estás solx.
 En los tiempos cuando pienso que todo va bien, me choco de cara con esos momentos en los que caen balas hasta del cielo, con una rapidez increíble. No puedo contenerme, es como una catarata por dentro y por fuera. Me gustaría tanto poder explicarlo, exponerlo en palabras y que algún/a otrx lo pueda comprender... Porque guardar hace que caiga en el juego vicioso nuevamente, la historia termina en el vomito de lo reprimido. Y necesito sentirme liberada ya.
 Tal vez es por esto que últimamente no encuentro un espacio en el cual sentirme completamente cómoda, porque no me muestro del todo, guardo parte de mí. Puede que sólo por temor, al resto, a lo que piensen de la situación o a su no entender, o a mí. Puede que sea temor a mi misma, yo tampoco comprendo todas mis reacciones y quizás por eso no puedo expresarlo. Sólo sé que necesito sacarlo. Por esto disfruto muchas veces un poco superficialmente algunos momentos, porque es eso o nada, y parece ser la mejor opción. También estoy muy bien con las pibas, lo que me hace feliz, aunque sería mejor poder compartir todo, pero esa instancia ya llegará. Me acostumbré a tragar ese aire y cada tanto algún viento, parece que me toca esto, así que cuando puedo disfrutar el momento... por más efímero, no me importa, bienvenido sea.
 Hoy -en realidad ayer- en la presentación de los proyectos, en la obra del Nacio, en la parte donde el milico perseguía a la piba y le pegaba (cuando lo vi en el ensayo) se me llenaron los ojos de lágrimas, alguna que otra cayó. Por un momento creí que largaba llanto, pero me contuve. Mejor que nadie me vio. No puedo tener sensibilidad a este punto... era ficción, eran pibxs de mi edad caracterizadxs, no puedo llegar a tal extremo. No fue emoción por la obra, fue dolor por esa escena en particular, fue miedo y desesperación, eso sentí. Y eso fue lo peor, me sentí realmente mal.
 A veces no es por la situación en sí, si no porque me recuerda a otras situaciones que viví y se suman todas juntas formando una súper bomba que estalla en mí. En ese momento se me entremezclaron muchas cosas, palabras, imágenes, gritos, pero por sobre todo el episodio en la esq. de Ruta. Creo que de las peores escenas que me tocó vivir, la padecí dolorosamente, la sufrí como si me estuvieran pegando a mí. Pasaron segundos, pasó el momento, pasaron minutos y yo seguía en el cordón de la vereda mirando cada tanto para atrás y llorando con dolor y desesperación porque la vida sea tan mierda, porque la gente que estaba ahí ignoraba lo que pasaba, porque sentía las marcas de ese bastón en mi piel, porque revivía todo -mi mente, mi cuerpo y mi alma-, porque me dolía tanta indiferencia e impunidad, porque sólo quería que alguien me abrazara pero nadie comprendía mi conmoción, porque me sentía sola, porque no podía hacer nada más que llorar y pensar en que los pibes en unos días iban a estar bien. Salimos del lugar de la violencia y en ese taxi yo seguía llorando, porque mi cabeza no paraba de reproducir cosas en todo mi ser y yo no podía pararlas. Pensé tantas posibilidades en ese trayecto, hasta en bajarme ahí o irme a mi casa caminando sola, sólo quería un abrazo de mi mamá porque nada podía calmar el ardor que sentía. Pasó esa noche y el siguiente día y yo seguía llorando, sólo pensando en eso, sin gana alguna de respirar.
 Mis emociones logran ahogarme y dejarme abajo. En algunas ocasiones pienso francamente que no soy una persona para vivir en este mundo, no encajo en estas estanterías.
 Rescate por favor.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Loco mambo en sintonía

 Me siento sumergida en el aire... flotando en nada, sin cosas reales alrededor. Con sólo espejismos, no algo concreto. Cuando voy a tocarlo se esfuma... ya no existe. Tal vez prefiero vivir así, al menos por el momento. Porque tanto tiempo arriesgándome, dejando todo en cada cosa, hizo que me desgastara y ya no más; y puede que ahora elija estar un poco acá, un poco con vos, un poco en eso... por el momento, porque me hace bien, porque me hacés reír, pero no apuesto todo ni por algo ni por alguien. Eso es algo contradictorio con la forma de ver la vida que creí tener ¿no? Parece que ahora quiero ''prevenir'' para no curar después... Casi como si viera el futuro. Como si vivir a medias fuera un mosquitero en mis experiencias. Algo patético, algo simple, algo frío, algo feo, algo no profundo, algo muy lejano de lo que siempre esperé y quise... espero y quiero; pero me siento tan lastimada, que no sé cómo actuar frente a ciertas situaciones o personas. Entonces me cubro, me guardo, como en una cajita de cristal; en intento de generar una auto-protección, sólo por si se te ocurre deslizar una pizca de violencia que pueda salpicarme. Porque me volví muy frágil -más de lo que pensaba-, y siento todo potenciado x100, las voces, las palabras, los gritos, los movimientos... y tantas cosas más. 
 Tanto tiempo insistiendo en la constancia, sin lograr salir del círculo vicioso, hizo que creyera que era mejor guardar los sentimientos -sí, otra vez-, para mí y para el resto. Y tragué y tragué tanto que me dan náuseas y cada tanto siento que vomito o exploto. Pero me sostengo. 
 En distintas circunstancias me miré y no me vi, cual fantasma. A veces siento que me desconozco, no me encuentro... ¿No estoy? no sé. Creo que sí, pero muy lejos... Hay que ir a lo profundo para encontrarse conmigo, profundo. Y es lo que quedó, los restos del huracán. ¿Qué voy a hacer? sostuve todo lo que pude, estoy segura de eso. Pero era demasiado peso y mi cuerpo ya no tiene fuerzas, perdón. Ahora van las cosas, no sé cómo, pero van... Intentando no involucrarme tanto con nada ni con nadie, viviendo superficialmente a veces; pero disfrutando el momento, esa está ¿no? puede ser. ¿Y por qué sigo con esta introversión? porque soy menos vulnerable, necesito resguardarme y que el mundo no me crea tan débil, lo sea o no. Me siento tan lastimada... Tan curtida por este viento áspero. Necesito tranquilidad, aire y sonido de mar, una caricia y una melodía suave, sólo eso. Vení y decime que me querés, sonreíme. No me grites, no me pegues. 
 Por esto me alejé, me mantengo al margen, porque no quiero cortarme otra vez, duele. Aunque me encantaría ser un poco más fiel a mis ideales e ir más allá... hay algo que me frena, y soy yo, sólo porque quiero sentirme segura, lo necesito ahora. Y sé que todo lo que trago va a salir en algún momento, por algún lado tiene qué. De algún modo todo acaba afuera, por algún surquito tiene que salir o hacerse presente y decir: ``¡acá estoy! no podés seguir guardándome adentro tuyo´´. 
 Ahora tengo miedo, tengo tanto tanto miedo...(¡y cuesta tanto pronunciarlo!). Me ahogo, y hace tanto tiempo que estoy acá... Y sigo intentando comprender al mundo ¿Hasta cuándo seguir aspirando esta mierda?

viernes, 6 de julio de 2012

Y que me acuerdo de cómo reír

 Mi cabeza estalla. La última semana dejó eso, me abombó. Pasaron muchas cosas y tan tristes... El peso que, esa seguidilla de momentos perturbadores, me generó hizo que terminara en el extremo, al que nunca creí llegar, y me asustó. No el hecho en sí, tampoco es algo tremendo, si no el cómo... lo que sentí. Nunca me sentí de tal manera. Fue horrible.
 En mi mente hay una proyección constante de imágenes, personas, voces, dichos, palabras, sensaciones, sonidos y gritos que no puedo parar, y me retumban constantemente. Siguen provocándome la misma reacción que la primera vez, y me hace sentir muy chiquita, como una hormiga. No paro de maquinar y hay veces en que necesito apagarme, ya no pensar, porque vivo con una angustia ahogante. Me siento tan lastimada... Y quiero parar mi cabeza, dejar de respirar, dormir eternamente. Porque mientras estoy despierta hasta el aire me corta la piel. Me siento muy frágil, ante todo, lo que sea me aplasta. Todo se siente muy poderoso ante mí, muy fuerte. Me siento tan aturdida... Necesito aires de paz.
 Pienso que nada va a pasar, que yo soy fuerte, que quienes me rodean me cuidan, que el mundo no puede ser tan injusto, que hay personas amables, pero en el momento me paralizo y me siento indefensa. No puedo hacer otra cosa que temblar y llorar, no encuentro forma de regularme, de controlar mis emociones, no hay manera de tranquilizarme. ¿Cómo frenar el miedo que salta a borbotones hasta por los poros?
 Necesito tener ganas, de algo lindo. Quiero que me inviten a pasear, a hamacarse en la plaza, a pintar cajitas, a andar en bici, a tomar un té mirando las nubes pasar por la ventana, a caminar, a charlar toda la madrugada, o simplemente a reír... a soltar carcajadas a borbotones, que hace tanto no hago. A mirar lo maravilloso de la vida... y, quizás, hasta lo veo, ¿no? Ayudame a verlo, que yo quiero.

sábado, 9 de junio de 2012

El tiempo es veloz

 Es increible cómo el mundo sigue girando...y las personas siguen caminando. Ya 1 año, suena fuerte, parece mucho ¿no? Yo siento que me quedé ahi, en aquel día y en aquel momento, creo que nunca volví. Por eso cada puteada, cada empujón, cada grito y cada golpe duelen tan profundo que es indescriptible, siento que sigo, sola, intentando escaparme. Y por eso la noche y la soledad son tan perturbantes. Están latentes esos sentimientos, ardiendo en cada oportunidad, siempre recordandome que siguen ahi... Pinchándome, para hacerme saber que aun estoy atada. Todo el tiempo necesito sentirme cómoda, bien, saber que me quieren, sentirme querida. Quiero y busco amor constante, porque la soledad hunde y duele tanto, porque para no caerme necesito que me agarren fuerte. 
 Estoy frágil, con la emoción facil. Llorando mucho también. Y me pregunto por qué el mundo es tan violento, pero me reafirmo que yo lucho por construir uno mucho más lindo... y el sol de la mañana seca las lágrimas.
 Espero el regreso

lunes, 14 de mayo de 2012

Túnel infinito

 Cada día que pasa parece como si fueran dos... pienso en algo que pasó hace 8 días y siento que fueron 3 semanas. O mis días son muy largos o son tantas las cosas que transcurren en cada uno que parecen eternos. Y cada día me doy cuenta que todo sigue latente, tan latente y tan vivo que es indescriptible... me acostumbro tanto a eso, que ya no lo siento. Es algo más en mí, forma parte de mi cabeza, de mi alma y de mi cuerpo. Entonces, la naturalización de esos sentimientos es tal que, hay días en que pienso ``Ya pasó, al fin pasó´´, y pasa algo... Aparecen esos momentos en los que llego al borde, pisando la línea. Siento que me caigo, y ya no me importa. O tal vez me importa mucho. Y pienso y re-pienso ``No, yo no quiero esto para mi vida. Aguantá un poco más´´, pero después creo que no lo vale. Al mismo tiempo en que creo que tengo que levantar toda la basura, creo firmemente en tirarla al aire y que caiga donde caiga. Mi cabeza es una inmensa contradicción.
 Siento que cambié mucho en estos últimos meses, y más en las últimas semanas... tal vez donde más fuerte sentí esa transformación. Todxs estamos en constante movimiento y yo no soy la excepción. Cambiamos con nuestro entorno, con lo que nos rodea, con lo que pasa y lo que no, lo que vivimos, lo que escuchamos, lo que vemos... Pero esta vez siento una transformación abismal y radical, en... no se qué. En muchas cosas,  no sé especificar qué. Porque miro todo y veo poco.
 Muchas veces me siento en un mundo paralelo... en otro, no sé... en uno que lxs otrxs no ven, no sienten. Generalmente, cuando siento in-entendimiento me siento ajena. Y, francamente, pensé tantas veces ``¿Por qué no lo entiende? no es comprender, es entender. Y no lo entiende porque no quiere´´, entre otras cosas... pero también pienso en que es muy complejo todo desde mi perspectiva, creo que desde afuera tampoco lo entendería. Y todo está al extremo: odio al mundo o me odio a mí. Aunque también hay momentos en que pienso que el mundo es hermoso, e intento agarrar muy fuerte esos pensamientos para transformarlos en sentimientos... Pero pasa algo, siempre. No hay un día en que pueda transitar la jornada tranquila, en armonía y haciendo todo lo que quiero o tengo que hacer bien. Sin embargo, hace tanto que no siento felicidad real, que me llene, ganas de reírme a carcajadas, esas ganas de vivir desgarradoras... Se que son risas, las miro y las veo, pero no las siento del todo. Hay una cosita en mí que me pincha constantemente. 
 Y, como ya cargo con esto hace un tiempo, ya se con qué personas puedo compartirlo y con quienes no. Últimamente, de las personas en las que encontraba más refugio, sentí una especie de golpe... y dolió. Entonces te sentís perdida... porque para las personas en las que creías, ahora, te sentís una carga. Y pensás ``¿para dónde voy?´´.
 También es un año en el cual creo que me comprometí con muchas cosas, porque cuando me comprometo estoy o no lo hago. No hay punto medio para mí. Y realmente me gustaría tener tiempo para mirar por la ventana un rato, viendo las nubes pasar, pero no tengo... Y no estoy segura de estar tan entera como para darle a cada espacio su lugar en mi vida y en mí, a estar de lleno como me gustaría. A veces pienso para qué lo hago, para qué sigo cargando con tanto cuando se que no puedo, y, otras tantas, creo que son las razones que me mantienen activa cuando estoy rodeada de tanta oscuridad. Entonces no sé si es algo que está bueno o si no tiene sentido... Pero sigo igual (¡fiel a mis impulsos!). 
 Siento un crecimiento interior en mí... Me sorprendo a veces. Parece que no todo es tan malo. Y creo que en estos momentos tendría que irme lejos, muy lejos. A una isla o a una montaña, hasta que barra todo el polvo. Pero, a su vez, me pregunto si hacer cosas y estar con personas (que, alegremente, muchas me hacen bien) no es lo que me mantiene viva. Y creo que tal vez es mejor transitar este proceso rodeada de un mundo real, y no en un aislamiento hasta que todo pase... como si le pusiera un ''pausa'' a la vida, o la dejara en ''mute''. Aunque creo que mi cabeza se fue volando hace bastante ya. Me da la sensación de que las personas con las que no hable o no me relacione durante estos tiempos, en un mes ya no van a conocerme. Yo siento muchas veces que tampoco me conosco, me miro y no me re-conosco. Estoy en movimiento constante y veloz, hasta el punto que (me) perturba.
 Lo que pensaba que iba a crear otro surco, uno lindo, que iba a sacarme del fondo... en realidad me angustia. Y vuelve ese sentimiento del gran lago de agua y la pizca de aceite, y vuelvo a creer que sé todo y no sé nada. Intento pero salta un tapón que hace que todo caiga a borbotones, entonces me caigo. Y hay días que me siento dormida, dopada, hasta muerta. Como un cacho de masa que se mueve... y simplemente eso. Mi cuerpo está acá y se mueve con lentitud, como puede, pero mi esencia y mi cabeza se encuentran dispersas, volando por los aires.
 Pensaba que me conocía tanto, que ya sabía qué venía y cómo actuar frente algunas reacciones o cómo evitar ciertas situaciones... Pero cada día surgen cosas nuevas, y lo que creía saber ya no me sirve. Todo se re-genera momento a momento, cambia día a día. Es un túnel infinito (y no tan bello como la de ``El puente hacia el infinito´´). 
 Creo que mantengo por algún recoveco de mi ser mis ideas y lo que pretendo y quiero para mi vida... Como para no irse tanto al carajo, ¿no?

domingo, 25 de marzo de 2012

 Y pasó otro 24... escurriendose como agua entre los dedos y tan pesado como la leve brisa de una tarde de verano. Pero con los mismos sentimientos, el viento golpeando del mismo lado. Y me paro devuelta, con fuerza. Esa fuerza que veo en muchas personas y admiro tanto. Porque creo en eso, en la causa y en el objetivo. 
 En el corto camino que llevo de aprendizaje, viendo a quienes me rondean, con quienes convivo... sigo aprendiendo, construyendo capa por capa. Porque alegremente convivo con personas que me permiten eso y me dan las herramientas necesarias, tengo una casa donde se habla de todo y se que siempre habrá algún espacio para la reflexión.
 Y sigo confirmandome a mi misma que nada es vano y que todo vale, que todo llega y todo queda.
 No me gusta vivir esto como un ''duelo'', como veo que tanta gente lo vive... prefiero elegir otro camino. Por eso sumamos nuestras voces, nuestras ideas y levantamos nuestros puños. Llevamos nuestros gritos al cielo y ponemos en palabras nuestros pensamientos, los funsionamos y hacemos explociones llenas de luces y colores. Ejercitamos nuestra memoria, no el 24 de marzo... todos los días, para que ese ''nunca más'' salga del papel y cobre volúmen, tenga vida y un sentido persistente. 
 Se me entremezclan los sentimientos... no puedo evitar la aceleración del corazón y un par de lágrimas. Siguen latentes las heridas. Pero con una sonrisa sigo dando pasos y digo que no olvido.

 Estrellita, presente.

martes, 6 de marzo de 2012

 ``Así vive la gente, en grandes cajas con forma de casas, para guardarce de ''viento'' y ''lluvia'', con agüjeros abiertos en los costados para ver hacia afuera. Se trasladan en cajas más pequeñas, pintadas de diferentes colores, con ruedas en las esquinas. Necesitan esta cultura cajística porque cada persona se imagina encerrada en una caja llamada ''cuerpo'', con brazos y piernas, dedos para mover lápices y herramientas, idiomas porque han olvidado cómo comunicarse, ojos porque han olvidado cómo ver. Extraño planetita´´

lunes, 23 de enero de 2012

Contame un cuento...

 Al escribir podemos expresar mucho más. Porque ahí volcamos lo que decimos y lo que no, ya que hay cosas que verbalmente no podemos decir, o no nos salen quizás. Es una linda forma de decir lo pensamos y contar lo que nos pasa. 
 Qué lindo que te digan ''contame un cuento'', es una linda frase... Yo creo que hay gente que ''lee'' y otra que ''cuenta''. Al leer la esencia de lo que quiso expresar el/la autor/a del escrito no se capta. Al contar vos mostrás lo que el papel no dice. Expresás lo que siente en ese momento la persona, o las emociones que están presentes en ese lugar o situación. Y trasferís las sensaciones del papel a la voz y quien escucha siente. Y las palabras ya no son chatas, ahora tienen dimensión. 
 Y si se siente -más allá de que cada persona le da una interpretación particular-, es que algo se trasmite, y algo llega. Le damos vida a las palabras... como, a su vez, ellas nos la dan también. 
 Y ``[...]cuando es verdadera, cuando nace la necesidad de decir, a la voz humana no hay quien la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los poros, o por donde sea [...]´´, como dice Galeano.

martes, 27 de diciembre de 2011

Cuando ya se torna ''costumbre'', cuando ya es habitual, hasta ¿común? tal vez no se nota tanto la importancia de su presencia. Pero cuando esa presencia se transforma en ausencia se nota la falta. Es impresionante la magnitud que puede alcanzar un instrumento en la vida de una persona. Lo significante de que esté ahí, lo que genera, hasta la necesidad que provoca en algunas ocasiones.
En algún momento por X motivo (o motivos) creí que no tenía tiempo para dedicarle, algo necesario, creí que no tenía un lugar en mi cabeza para hacerle, que tenía muchas cosas rebotando y no era capaz de darme un espacio sólo para eso. Tal vez en ese momento no podía, pero pensándolo ahora creo que me hubiera hecho bien seguir, aunque también no hacerlo, qué se yo... todo que sí, todo que no, muchas contradicciones.
Está bueno seguir un ritmo, tener un ritmo. Porque sino hay cosas que se pierden, se pierde el hilo, y yo perdí el hilo de varias cosas. Tocando de vez en cuando, una semana sí y la otra no, no se puede avanzar en nada. Y realmente me arrepiento, pero lo sentí así y así lo hice, todo puede retomarse, asi que nada está perdido aún. Aunque tampoco me gusta el hecho de sentirlo como ''obligación'', el tener un día y un horario para las clases, cosas para hacer, me hacía sentir presión a veces, pero es necesario eso, y es mejor verlo como una responsabilidad, que es para mí y que yo elijo porque quiero avanzar en eso.
Pensando y re-pensando en el historial me dí cuenta que me hacía -hace- bien. Que momentos en los que me sentía muy mal me encerraba a tocar y me sentía mejor, o momentos en los que me sentía muy bien también lo hacía, y era feliz. O volver del taller y buscar acordes de esto o aquello y estar intentando hasta que salga, enojarme porque no sale o ser muy feliz porque sí. Le hablaba -hablo, jaja- a mi guitarra como si me respondiera, y aunque no lo haga siempre me entiende. Es una compañía, cuando hay mucha gente y cuando hay puro vacío.
Me acuerdo del día en que mamá me la regaló sorpresivamente, una tardecita de primavera apareció sobre mi cama. ¡Qué feliz estaba! mamá no podría haber elegido otro regalo mejor, u otra guitarra más linda. Me llena, no se de qué, de cosas lindas, de ganas, ganas de hacer cosas, de felicidad a veces, y otras es la razón de no tirarme por la ventana. Y pienso en el conjunto de cosas y personas que hicieron que empezara y me dan más ganas. Lo disfruto realmente.
Es hermoso el mundo paralelo que podés construir con el instrumento. Y es inexplicable lo que me genera.
Lola te quiero, sinceramente desde lo más hondo de mi ser. Prometo nunca dejarte.

martes, 29 de noviembre de 2011

Y apreté los dientes y todo fue encontrando su razón

Un proceso está conformado por etapas, las etapas por momentos. Y los procesos son como ruedas enormes llenas de cosas adentro que giran y giran... hasta que culminan. Creo que la vida está llena de procesos, y es todo un constante proceso, y al terminar uno comienza otro. 
Ya pasadas (¿pasadas?) varias etapas, creo que estoy entrando en la más liviana. Como no entiendo en la mayoría de las ocasiones a mis revueltos sentimientos, entonces a veces no sé manejarme, controlarme, regularme... tampoco sé transmitirlo bien al resto, pero creo que lo intento, es todo un constante intento. A veces creo que ya pasó, pero después se presentan cosas en mí en determinadas situaciones que hacen darme cuenta que no, que todavía la rueda sigue girando, pero va cambiando el color de ella de a poco. Mientras gira, yo me amoldo, me acostumbro... ¿a qué? creo que a mí misma, en relación con el exterior, trato de amoldarme a esas situaciones, acostumbrarme a convivir con ellas. Para darme cuenta qué es lo que me rebota, lo que provoca esas reacciones que no comprendo, y cuando las descubro puedo prevenir en próximas situaciones, ahí está bueno, se puede evitar a veces. Ya tengo en claro que hay cosas que son necesarias, creo que hasta las etapas más pinchudas lo son, y claro, pinchan, pero después el dolor del pinchazo se va. 
Y, aunque sea una cagada, hay que acostumbrarse y asimilar que no siempre se puede lograr el ideal. Y estoy aprendiendo a transitar con calma, a convivir con el torbellino adentro y que no se vaya toda la mierda para afuera, ya podré, sin dudas.
Y al miedo, lo vomito por forro. (¡y con vos sobre las alas sigo volando!)

viernes, 18 de noviembre de 2011

´´El tiempo no pasa en vano, mientras todo el mundo duerme, el silencioso río del tiempo sigue fluyendo, quiero decirte que lo del tiempo no es sólo un problema de la metafísica, el tiempo es una realidad para mí, el tiempo entre ustedes, los peruanos, me ha convertido en peruano, ¿te has dado cuenta que ya no tengo acento argentino? Eso es gracias al tiempo, que de otro lado es el gran solucionador de todos los problemas.´´

miércoles, 2 de noviembre de 2011

No se si de repente, desde ahora o desde siempre, pero veo una indiferencia de la masa borboteante. Es impresionante realmente la indiferencia que tienen (tenemos) las personas ante algunas situaciones o circunstancias. Y no lo entiendo, no puedo creer que pasa por sus mentes en esos momentos. ¿Por qué no reaccionan? o tal véz sí, pero eso no llega a ser una intervención en la situación. ¿Cómo es que pueden seguir sabiendo a su lado hay tal muestra de violencia y no hicieron nada para frenarla? 
Esa violencia asusta, pero escapamos de ella, y dejamos que siga... ''mientras no me toque a mí'', suena bastante, ¿no? Bueno, no creo en que así sea. Porque cuando te toca a vos decís ''aaah, como ese día que...'' y ahí te acordás, pero ¿por qué no pensar en que puede tocarte a vos también? o si así no fuera, ¿por qué no ayudar al que lo padece? sin necesidad de vivirlo en primera persona, o simplemente pedir ayuda. Y cuando pasa, cuando te pasa, es ahí cuando pensás en el resto y el por qué de sus actos, pero también alguna vez lo hiciste, también lo hicimos alguna vez. Es tan distinta la mirada desde afuera... y es a veces tan complicado ponerse en el lugar del otro, atreverse a pasar la barrera.
A veces me da seguridad la manada, el conjunto de gente (por más que muchas veces me da asco), pero esa ''seguridad'' es muy subjetiva. Me hace sentir así, porque así me lo pintan, pero finalmente veo que no es así, y que la multitud no es nada, son individuos que se mueven juntos por el sólo hecho de la dependencia que nos provoca este mundo. Esa multitud es la misma que te escupe, es la misma que te pisa, y esa multitud se caga en vos. Corroboré desde lejos, y desde cerca, que es así, que te miran y no te ven. Es muy triste pensar en eso, pensar en que ven lo que te pasa y se manejan con tal impunidad de no frenar para dar una mano, es muy triste pensar en la individualidad que controla las cabezas. 
Y nuevamente, el miedo puede más.